sábado, 14 de marzo de 2015

Reflexiones sobre las multas de aparcamiento o lo que es lo mismo el cabreo que tengo con la multa que me han puesto

   Dado que últimamente me cuesta escribir sobre los temas Educación y Gestión de Proyectos que son los que dieron origen a este blog y otros blogs que tengo, he decidido añadir una entrada sobre un tema bastante menos profundo pero no por ello menos importante: el apasionante mundo de las multas de aparcamiento. 

  Como es lógico os preguntareis cómo es que me adentro en tan espinoso asunto. Lo habéis adivinado, ayer me cascaron una multa. Pero no penséis que soy el típico que va a empezar a despotricar del ayuntamiento de Madrid y de su insaciable sed de recaudación, no. Tampoco voy a cebarme con la empresa e-park y su defectuosa aplicación móvil que han sido las causantes de que me pusieran la multa, no. Voy a hilar mucho más fino. Me han sancionado porque la aplicación movil y su posicionamiento por GPS me ubicó en un barrio distinto al que aparqué. Es que soy un cenutrio y me fio de la tecnología, claro, además de usar la aplicación para el móvil tenía que haber comprobado que los coches de alrededor tenían el ticket puesto y con el mismo barrio que el mio o haberme acercado al poste de tickets más cercano a comprobar cual era el barrio en el que estaba. Si hubiera hecho todo eso, igual ya no me compensaba usar el móvil y hubiera sacado el ticket en el poste como antes ¿no?

  El caso es que sancionado estoy y sanción merezco por incauto e ingenuo. Ahora bien, hago una reflexión:
¿por qué se sanciona con el mismo importe el hecho de no poner el ticket del parking con el hecho de haberlo puesto equivocadamente? No tiene sentido, en un caso hay una clara intencionalidad de no pagar y en el otro caso, dado que has pagado, existe una duda más que razonable de que quisieras infringir la ley.
Equivocarte al teclear la matrícula de tu coche, al fiarte del GPS de la aplicación móvil o en el color de la zona no debería sancionarse con el mismo importe que si no hubieras pagado, de la misma manera que no se sanciona con el mismo importe el hecho de que te excedas de la la hora límite establecida en el ticket con el hecho de no haber puesto el ticket. No es lo mismo estacionar sin autorización que estacionar con una autorización invalida.

  Bueno, espero que os haya gustado este breve post sobre las multas de aparcamiento, no obstante, prometo seguir torturandos con aburridos artículos sobre Educación y Gestión de Proyectos.



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